Los berrinches tienen sustento científico
Las rabietas se dan por razones cerebrales, debido a que los niños, especialmente los preescolares (0-5 años) no tienen totalmente desarrollado el lóbulo prefrontal o neocórtex (encargado de regular las emociones) aunque el niño quiera, no puede regular sus desbordes emocionales, ésto los neurocientíficos lo llaman un "secuestro amigdalar" que es cuando el sistema límbico (emocional) toma poder sobre el racional (neocórtex) y no puede regularse hasta que progresivamente se desarrolle.
Esto quiere decir que los desbordes emocionales (berrinches) van tendiendo a disminuir o desaparecer a la edad de 6 años aproximadamente, sin embargo, si ocurre con niños mayores, la forma de proceder ante éstos deberá ser la misma que con los niños pequeños.
Cuando entendemos que los desbordes emocionales de los niños preescolares están FUERA del alcance de ellos y les es biológicamente imposible regular las emociones adecuadamente, dejamos de tomárnoslo personal. Cambiemos el "está fastidiando" por "la está pasando mal y necesita mi ayuda". Esto no intenta sugerir que siempre debemos ceder ante lo que los niños piden. (Aunque en ocasiones sí podemos ser flexibles, negociar y concederle lo que pide luego de que se haya tranquilizado).
Es importante contener el berrinche, no corregirlo.
Contener es enseñarle cómo SI lo debe hacer, mostrarnos física y emocionalmente disponibles para consolarle. Ejemplo: bajamos a su altura, hacemos contacto visual con una mirada compasiva y decimos: ¿estás muy enojada?, te enfadó no poder ir a ese lugar, ¿cierto? , veo cuanto te dolió que eso pasara, cuando era niño también me enojaba eso, etc.
Ésta es la técnica del reflejo, que se trata de reflejar con nuestras palabras la situación y emociones del niño. Con lo anterior conseguimos que se sientan escuchados, entendidos, empatizados, validados, lo cual es la base para lograr que sean unas personas inteligentes emocionalmente.
NO está permitido que el niño, ni el adulto peguen, griten o insulten.
Para concluir, esto se puede resumir en los SI’es y los NO’es de las rabietas, mejor llamadas ‘desbordes emocionales. ¡NO! ¿Qué nunca hacer?
Ignorarle
Golpearle (ni con las manos ni con objetos)
Time Out o Tiempo Fuera
Gritarle
Etiquetarle “eres un llorón”, “fastidioso”
Compararle “mira como la niña si no llora”
Insultarle
Castigarle/sancionarle
¿QUÉ SI HACER?:
Contenerle
Bajar a su altura y hacer contacto visual
Aguardar a su lado hasta que recupere la calma
Mostrar paciencia (gesto facial y tono de voz tranquilo)
Validar la emoción con frases del tipo “entiendo cuanto te puede enojar eso porque te encantan los dulces”
Nombrarle la emoción “te veo muy enojado, así como el de la película de intensamente”
Ofrecer alternativas
Concederle el deseo desde la imaginación y el humor ej. El niño no quiere irse del parque “ojalá pudiéramos vivir en el planeta de los parques y dormir toda la noche aquí”
Hacer uso de preguntas reflexivas: Lastimaste a tu hermanito, ¿cómo crees que se siente ahora?, ¿cómo podrías reparar el daño?
Ofrecer una distracción del estímulo que le generó el desborde, mientras retiras el objeto de su vista. ej. “mejor ven y dibujamos juntos”
Y recuerda, no lo hacen con intención, en realidad están sufriendo y nuestra labor como padres, cuidadores o maestros es la de contener desde la calma y el buen ejemplo. No podemos contener una pataleta si nosotros estamos haciendo una peor. Por Valery Flórez de iParenty
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